La liga de novia es uno de los elementos más emblemáticos y simbólicos de una boda. A menudo, esta delicada pieza de tela se guarda como recuerdo del día especial, y su mantenimiento adecuado es clave para preservarla en las mejores condiciones. Aquí te ofrecemos algunos consejos sobre cómo cuidar y mantener tu liga de novia después de la boda.
En primer lugar, es importante manejarla con cuidado. Evita ligas de novia jalarla o estirarla, ya que esto puede dañar el material y estropear su forma. Cuando la manipules, hazlo con las manos limpias para evitar manchas o residuos de grasa.
Una vez pasada la celebración, lava la liga con delicadeza. Se recomienda hacerlo a mano con agua fría y un detergente suave, preferiblemente sin blanqueador. Sumerge la liga en el agua con el detergente y déjala reposar por unos minutos, luego, remuévela con suavidad, evitando restregarla. Enjuágala con agua fría varias veces hasta que no haya rastros de espuma.
Tras la limpieza, sécala al aire libre, evitando la luz directa del sol, que puede decolorarla. No la seques en la secadora, ya que el calor puede dañarla. Una vez seca, guárdala en una caja resistente a la luz y al aire, preferiblemente forrada con un tejido suave que protegerá la liga de posibles roces y arañazos.
Además, una opción es guardarla en una caja con un sistema anti-humedad o, si prefieres tenerla a la vista, puedes enmarcarla en un cuadro, siempre y cuando estés seguro que la luz no va a dañarla.
Finalmente, evita guardar la liga en lugares con temperaturas extremas, ya que el calor y el frío pueden dañar la tela. Siguiendo estos consejos, podrás conservar tu liga de novia en perfecto estado, como el hermoso recuerdo de tu día especial que es.